'IT'S NOT A GAME': ENTREVISA CON LA JOVEN PROMESA DEL CINE INDIO JOSH SEVEN

Hoy, Cineasta Digital te invita a conocer a Josh Seven. Un joven y humilde cineasta que dejó toda su vida en Bombay, cogió su mochila y se fue al otro lado del globo, Los Angeles, California, para luchar por un sueño hecho realidad.

Su película, 'It's Not A Game' ha causado cierta crítica y reacciones dispares en el gremio, pues trata de una forma peculiar y algo 'poco ortodoxa' el tema de la violación y del acoso sexual en el mundo de la noche. La llamada 'Pildorita de la Bella Durmiente' o 'Buenas Noches Señorita' no está explícitamente presente, pero lo peculiar de este conjunto de historias es el tono en que se narran y que, en todos los casos, el camaleónico personaje principal sale impune y es, incluso, glorificado. O puede que no...

La película marca límites y plantea la cuestión: ¿Qué puede llegar a hacer un hombre para llevarse a la cama a una mujer por la que se ha encaprichado y considera 'presa fácil'? ¿Qué ocurre cuando ese es su principal deporte? Cuando un psicópata se toma la vida como un videojuego.

Sin más dilación, nos lanzamos con la entrevista, ¡qué la disfrutéis!

Josh, ¿cómo te embarcas en esta profesión de locos?

Hola, encantado de conocerte. Sí, realmente soy un cineasta, un filmmaker de nacimiento, y eso roza la locura. Dejé la India para vivir en USA y, tras terminar mi licenciatura, finalmente me decidí en meterme de lleno en realización y producción de cine, en mi auténtica pasión artística.

Ya cuando era pequeño estaba obsesionado con ello, hasta tomé clases de narrativa y locución, además de dibujar y hacer retratos. Por otra parte, otra de mis obsesiones y puntos de fuga de mi creatividad era la poesía y no paraba de escribir poemas, que al final se transformaron en historias cortas y a unir puntos imaginando historias de personajes en lugares lejanos y extraños.

Al final, la combinación de mi imaginación y esa pasión lubricaban mi deseo de contar historias al mundo entero, de hacerles disfrutar y, en última instancia, me empujó al camino de la cinematografía.

¿Cómo fueron tus inicios en el Mundo Audiovisual?

Fui a escuelas de cine en Nueva York y en Los Angeles. El programa estaba diseñado para tenernos activos constantemente y realizar historias audiovisuales constantemente. Cuando entré no tenía ni idea, y tras unos meses no me había dado cuenta de lo poco que sabía sobre producción de cine y TV, comparado con la idea y el conocimiento que un obcecado entusiasta pueda tener sobre la materia.

Así que fijé un plan de acción y unas metas a medio-corto plazo. El temario estaba dividido en dos partes, una más teórico-técnica el primer año, y la parte más creativa el segundo año. Así que el primer año me fijé, como meta personal, el tener una visión completa sobre operaciones en set y ejecución. Tras alcanzar estos objetivos me lancé al siguiente paso de la curva de aprendizaje y durante mi segundo año, el objetivo era convertirme en director y productor. Era sentirme totalmente confortable con esos roles, aprender la profesión concreta. Y bien, lo conseguí.

Tras mi graduación, me replanteé metas otra vez, y comprendí que necesitaba algo más para seguir creciendo. Así que comencé unas prácticas en una empresa de edición y post-producción. Tras una semana de 'limpiar suelos', por así decirlo, me convertí en una pieza clave para la empresa y 'el resuelve problemas'. Cada vez me asignaban mayor responsabilidad, y, como consecuencia adquirí algo con lo que no había contado desde el principio, algo esencial que todo el mundo da por hecho y tiene más ciencia de lo que parece: el ojo del editor.


Así que continué estudiando mientras trabajaba, me especialicé en Business and Management, Desarrollo y Producción de cine. Pero no estaba contento con todo ello, y fijé mi tercera meta decisiva: El utilizar todo mi conocimiento de los últimos años para realizar mi creación. Una creación con una buena historia y un presupuesto respetable que fuese mi carta de presentación. Ahí es cuando realicé: It's Not a Game.

Cuéntanos más sobre It's not a Game. 

¿Qué te pareció la experiencia de dirigir y producir tu propio proyecto?

Pues la verdad es que fue muy placentera, ya había dirigido antes, pero este fue mi primer proyecto personal con un presupuesto razonable. En ese momento pude comprobar que era capaz de poner a prueba todos mis conocimientos y nociones de realización y producción que tenía.

Lo que más me llamó la atención fue hasta que punto pude abaratar costes de producción gracias a mis capacidades como editor. Eso fue algo que no había tenido en cuenta antes y que dio sus frutos, pues te da criterio y la capacidad selectiva real, sabes lo que quieres en pantalla, en qué orden lo quieres y qué es lo que realmente necesitas. Definitivamente, el hecho de haber sido editor en el pasado reafirmó y consolidó mi posición como director.

Estoy contentísimo con los resultados y los descubrimientos personales gracias a la realización de mi metraje. It's not a Game ya ha causado ciertos estragos a ojos de la crítica, y eso es algo que nos llena de energía a mi y a mi equipo para seguir contando historias.

Nos alegramos mucho Josh. Por cierto, ¿de qué trata tu historia? 

¿Qué es eso que quieres contar al mundo con tu creación?

It's Not A Game culmina con una imagen que resume todo el argumento, esa imagen es una mujer llorando en la oscuridad, en los recovecos, en una casa en ruinas. Ese fue el origen, mi visión, yo simplemente me preguntaba por qué razones la llevaban a llorar así. Tenía esa curiosidad y, poco a poco, de lo más específico me lancé a lo más universal. ¿Qué conexiones había entre los hechos y la cultura en que vivimos? ¿En qué culturas? Y últimamente en el mundo en que vivimos.

A pesar de todo, no quería parecer como 'el tío que está dando un sermón' o dar lecciones a la gente. Así que utilicé un gancho visual para crear un 'universo más ilusorio' antes del clímax, algo totalmente irreal, por eso escogí la estética del videojuego clásico de arcade, para culminar en un final más directo y contarlo todo sin palabras.

Esta película no es un 'comentario', sino un análisis de lo más psicológico que condiciona nuestra sociedad actual. ¡Gran alusión retórica en el título sin duda!

Cómo calificarías el éxito de tu película en relación al anterior proyecto tuyo 'Carpe Diem'?

Pues qué puedo decir, mejor que bien. 'Carpe Diem' llegó a unos pocos festivales. Ganó el Premio de Plata en el Prestige Film Festival y el Premio al Mérito en el Accolade International Film Awards (2012). Así mismo, también fue premiado en el prestigioso Action Film Festival, el SNOB Film Fest ese mismo año; y, por supuesto, en el New Filmmakers Film Festival en el año 2013.

De un tiempo a esta parte, ¡podemos decir que 'It's Not A Game' ha estado en Cannes! De hecho, puedo decir que arrasamos en Cannes y que esto llamó la atención de ciertos agentes y productores que acudieron al festival. No puedo estar más agradecido, es un sueño hecho realidad. La verdad es que he tenido mucha suerte, aunque también he trabajado muy, muy duro. Estoy sumamente agradecido con todos y cada uno de los que han hecho esto posible. ¡Con nuestro siguiente metraje vamos directos a los Oscars! (Cruzo los dedos).

Cuéntanos sobre tus futuros proyectos. ¿Qué planes tienes?

Ahora mismo estoy desarrollando de nuevo un par de guiones que tenía a medias, proyectos que se estaban cocinando y ahora se están materializando. Ahora mismo me estoy centrando en un western de terror con toques de ciencia ficción. Por otra parte tengo ya un borrador de una historia de viajes en el tiempo.

El resto los tengo en estados tempranos de gestación, por lo que siguen siendo una aventura en que embaucarme, pero todo a su debido tiempo.

Muchas gracias por tu tiempo Josh, mucha suerte con tu carrera. Estaremos todos expectantes y, especialmente, esta cineasta digital aquí presente te seguirá la pista.

Muchas gracias a vosotros y realmente aprecio mucho vuestra confianza y pasión por mi y por mi trabajo. Aquí podéis ver una secuencia de It's Not A Game, espero que os guste y que no os la perdáis. Saludos, paz y amor para Cineasta Digital. Namasté.

It's not a game - Regie: Josh Seven 

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