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5 CLAVES PARA CREAR UN ANTAGONISTA REDONDO

El villano, la oveja negra del redil. Llevo un tiempo queriendo escribir un artículo sobre este tema, pues numerosas películas se desploman por la carencia de un antagonista coherente e interesante que esté a la altura de las circunstancias.

Necesito puntualizar que no pretendo hablar de antihéroes, no me interesa, pues hay tiempo suficiente para desarrollar a estos individuos, ya que son, a su vez, los protagonistas con mayor tiempo en pantalla. Me quiero centrar en el clásico antagonista sin tratar un género.




Así mismo, me gustaría darte unos sencillos consejos que he ido acumulando en un cuadernillo mugriento durante años, unos recursos para ayudarte a crear villanos que eleven tu historia al abismo.

¿Te apuntas al reto?

1. DEFINE SU SER Y SU POTENCIAL.


A pesar de la obviedad de este punto, ha de ser explicado. Tras años de leer y releer historias y libros de narrativa inundados de clasificaciones y estudios redactados por literatos, he optado por ir contrastando y encontrando puntos de convergencia que dicten porqué ese antagonista funciona, y de aquí hay que partir, es lo más básico:

- Define su poder específico (o prevalente), esa facultad o poder que va a usar en su modus operandi y que, además, es algo que el protagonista no tiene. Únicamente plasmando esta carencia podremos elevar los listones dramáticos.

- Define sus características físicas y, por favor, que no sean simplemente su forma de vestir, el color de su pelo (a no ser que esto sea significativo), que tiene una cicatriz o un colgante (no están mal, pero son archiconocidos). Hablamos de características físicas que muestren esos ápices de su carácter y, por supuesto, que sean indicativas o consecutivas de ese poder. 

- Define sus características psicológicas puntuales utilizando sus gustos como punto de referencia. Aquello que se relacione a su persona y que, también, esté relacionado con su poder.

Kilgrave en Jessica Jones

Su poder: Es un hombre capaz de manipular la mente de todos los seres humanos.

Su físico: Ojos prominentes e hipnóticos. Armonía aparente, tendencia a la delgadez pues la gravedad de su actividad está puramente en su intelecto. Distinguido, pero con un toque algo hortera, a primera vista es elegante pero algo no acaba de cuadrar, bien por su aspecto general de desaliño, o porque conjunta cuadros con rayas y rombos. Rico, ya que utiliza sus tretas para beneficiarse económicamente. El poder adquisitivo del individuo se ve representado también por sus colores asociados a su persona, estos son el púrpura y el negro.

Su psique: Es un optimista porque, aunque desprecia a la mayor parte de los seres humanos, espera un futuro mejor. Jessica es la que representa esa idea de que, ciertamente, se puede vivir en ese sistema y aprender a valorar a los demás, aunque seas 'de otra raza aparte', representa que hay bien en el mundo y es posible vivir en él. Por supuesto, esto estaría conectado a su motivación conducida, únicamente, por el amor obsesivo que siente hacia ella, además de estar relacionado con su trauma al haber sido un ser escupido por el sistema. 

Da valor a cada detalle para bien o para mal, evalúa, piensa rápido y repiensa, observa cada ángulo. No es de extrañar, es producto de su capacidad manipuladora, aunque parece que descuida ciertas consecuencias de sus actos debido a una confusión jerárquica en su mente. Y esa es su flaqueza, trata de controlar a todos, y a sí mismo, pero en el fondo es un personaje extremadamente pasional, sanguíneo e inestable. En su mente, de la simpatía al odio hay un paso. Este aspecto es lo que convierte a este villano irascible en una bomba de relojería, pura incertidumbre (perfecto para crear conflictos latentes en la trama, aunque este no aparezca en el episodio en cuestión); pero también puede ser su talón de Aquiles. Todas estas características, a grandes rasgos, se ponen de manifiesto a través de sus acciones más sutiles, de sus palabras y su forma de hablar.


Aquí dejamos un vídeo con varios ejemplos y la presentación de Kilgrave (en la primera escena, que es la que más nos interesaría para este punto).




2. LA IMPORTANCIA DEL ESPEJITO MÁGICO.


Espejito espejito mágico... Claro. ¿Cómo si no podríamos mostrar el triunfo del protagonista? ¿Quién es el más guapo del reino? Para que exista una síntesis hemos de representar una antítesis, y no sólo eso, hay que mostrar otras cualidades o experiencias que, además, ambos tengan en común. Este aspecto debe ser materializado en una escena concreta, además de funcionar como motor en la historia, como referente constante. ¿Pero cómo lo hacemos? Bien, os daré 3 pautas básicas a visualizar antes de sentarnos a escribir escenas en que ambos interactúen:

PRIMERO: EL REFLEJO, TOMA LO QUE TIENEN EN COMÚN COMO REFERENCIA

En primer lugar, tened en cuenta que en este concepto de 'el espejo'. El antagonista es un reflejo del protagonista, es como la proyección de su otro otro yo. En este lago vemos, como si de un universo paralelo se tratase, que nuestra imagen se torna arrugada, deformada por las corrientes, podredumbre, pececillos, etc. etc. Y así es que nuestro antagonista es esencial para mostrar la psique del protagonista y en qué se podría convertir. Hablamos, una vez más, de la manifestación más visual de las posibles consecuencias de la aflicción, del pathos, del dolor y la transformación que cambian a uno. Aquello que todos los humanos entendemos y, por consiguiente, nos hace sentir empatía.

De esta manera, el reflejo no sólo provoca en nuestro protagonista una identificación y cierta compasión por su enemigo, sino también un temor a sí mismo ya que, en el fondo, son iguales. El reflejo le da un toque 'de atención' mostrándole qué es eso que puede perder si no cumple la misión, en cómo se vería afectada su moral o visión. Este reflejo también puede inducir a la reflexión y duda (¿por qué me he metido en esto?), o puede representar una imagen de muerte o decadencia. Es la vuelta a lo más primario, la pérdida de la inocencia al fin y al cabo, todo retorna al Génesis (perdón, dejaré la Biblia a un lado). Yo creo que ya he explicado bastante este punto.

Pensad en ello antes de empezar, todo esto se debe manifestar físicamente, ¿cómo? Tomando los poderes del antagonista y del protagonista como referencia que sí tienen en común o son complementarios (ojo, no hablo de superhéroes, me refiero en términos generales a esas virtudes en relieve y qué hacen con ellas); y contrastando las motivaciones de ambos.

SEGUNDO: LA MONEDA, TOMA LAS DIFERENCIAS COMO REFERENCIA

En segundo lugar, aquí llega la paradoja a visualizar: Ambos personajes están encadenados el uno con otro y enfrentados, 'el antagonista es la otra cara de la moneda'. A pesar de que, ciertamente, son dos individuos con un origen común, el uno detesta o aborrece lo que representa el otro y vice versa... Esto facilita que asumamos qué es eso que el antagonista tiene y el protagonista no, lo cual significa un contraste continuo y una catapulta de oro para expectativas del espectador.

Por otra parte, cuando mostremos por medio de esta dualidad inversa todas esas barreras y el verdadero potencial del antagonista, podremos victimizar más a nuestro héroe y hacerle mucho más atractivo, además de dar verosimilitud al conflicto en sí. Hay que tirar la moneda, y sólo uno puede prevalecer, los dos no pueden coexistir juntos.

TERCERO: LA CATARSIS, TOMA SUS ORIGENES COMO REFERENCIA

Y aquí llega la realización plena, la revelación suprema, la anagnórisis: El antagonista fue protagonista una vez en el pasado, y el protagonista es el antagonista en potencia. La catarsis: Tanto el protagonista (en cierta medida), como el espectador, sienten terror pero compasión por el antagonista. Esto se materializa ya en 'el reflejo', pero aquí damos un paso más allá.

'El antihéroe fue héroe en el pasado': El escritor del personaje ha de tener esto en mente en todo momento, sin 'pero' alguno. Diría más, el villano ha de tener el mismo amor o más que el protagonista por parte de su creador (en serio, que si no se derrumba el edificio). Sí, al igual que el protagonista, el principal agente del mal en nuestra historia tuvo un origen parecido, unos padres parecidos, unos traumas idénticos, y unos atributos que podrían ser los mismos que los de aquél al que tanto admiramos y deseamos bien. Y sólo así, este tercer punto nos conduce a la clave que unifica este magnífico tríptico.

¡Exacto! Los papeles pueden cambiar, todos cambiamos y tenemos motivos para hacer lo que hacemos... Ten compasión por tu antagonista, porque ambos personajes han sido el mismo una vez.


¿Por qué Terminator 2 ha sido la única película de la saga que ha trascendido todos los tiempos? No fue sólo por sus efectos y sus persecuciones... A pesar de que un Terminator, a simple vista, no posee una visión de tal profundidad, esta dualidad se manifiesta durante toda la película.


Como veis, el 'antagonista como espejo' puede dar lugar a largas y tediosas explicaciones, además de horas y horas de insomnio y reflexión. Ambos, héroe y villano, se retroalimentan en un círculo vicioso y podríamos estar preguntándonos que si gallina o huevo indefinidamente... En fin, la creación de este 'espejo', de esta doble imagen con triple vertiente, es esencial en vuestro proceso creativo. ¿No me creéis? Pues echadle un ojo a mi ejemplo:


Luke Skywalker y Darth Vader en Star Wars
(¡Qué original!)

Ya sé que este es el típico ejemplo, pero es que tengo a mucho Star-Trekkie que sigue mi blog y siempre me regañan por ahí diciendo: 'Pero vamos a ver, ¿cuál es la imagen del villano, por antonomasia, en la historia del cine?' Yo siempre respondo de todo, menos lo más esperado: Darth Vader. Tras poder observar que para el resto de los humanos ES ASÍ, pues me he decantado por utilizarlo esta vez. 

Darth Vader es el reflejo de Luke Skywalker. Luke, el soñador, el guerrero y aprendiz, el luchador que va a velar por la seguridad de la galaxia y a defender a los más débiles contra el emperador y todos los suyos. 

Más claro ejemplo no he podido encontrar, ya que, además, como sabemos todos, Vader es su padre. Vemos compasión dentro de esa corrupción, vemos humanidad, sentimos una cierta empatía y ese profundo miedo que nace en Luke, ya que puede que su fuerza no sea aquella que proviene de la luz blanca, precisamente. 

Ambos tienen las mismas capacidades, los mismos genes (más claro ejemplo de 'el mismo origen'). El emperador está en un segundo plano, la audiencia prefiere ver a estos dos personajes que, aunque estén en bandos diferentes, tienen una conexión. Y es que siempre te lo han dicho, desde que eras niño: 'Un día serás como tu padre', o 'tu padre hacía exactamente lo mismo que tú'. 

Así que, el espectador se pregunta: ¿Cómo un sanguinario así ha podido engendrar a una criatura tan noble? ¿Permanecerá noble siempre? Estos son también los temores de Luke, ya que tiene todas las virtudes de su padre y son el perfecto Yin Yang. Por último, Lucas se encargó de dar a las masas esa imagen que necesitamos (el cine es imagen en movimiento, no os olvidéis), nos mostró el dualismo y las caras de la misma moneda. Ese dolor y profunda maldición del ser humano: Dos seres vivientes que son parte de lo mismo, son lo mismo en esencia, aunque tienen diferente carga, conclusión: No pueden coexistir a la vez.  

Luke se está mirando al espejo, directamente a los ojos y una vertiente interna, desconocida, le llama. Su reflejo le tiende la mano para salvarle. Esta es, a mi parecer, una de las manifestaciones más claras de humanidad en un antagonista en la historia de nuestro cine. Nos muestra que, por mucho que detestemos a una persona, su carga negativa y su forma de ser, esta ha sido protagonista en el pasado, y ahora muestra, levemente, ciertos pequeños destellos de esa luz que fue.





No soy muy fanática de Star Wars, pero he de reconocer que esta escena muestra todo el amor de Lucas hacia su creación, y hasta le llega a redimir de sus pecados. Es un ejemplo de cómo en dos horas podemos presentar al antagonista y plasmar que 'éste fue protagonista una vez', que es un líder profundo y complejo (de hecho, hay que ver qué de carrete ha dado, para años de ficción).

'El espejo', uno de los motivos por los que este villano ha pasado a la historia.




Pero sigamos con la tercera clave que está relacionada con el 'espejo', con este dualismo, aunque tomada desde otro ángulo.

3. 'COMPASIÓN Y TEMOR' NO TE DIGO MÁS...


Sí, voy a hablar de compasión y temor, sé que este es el término utilizado y archiconocido por todos los que se estudian de cabo a rabo libros de guión y narrativa en general, pero pido permiso para matizar un poco este tema. 

En guión cinematográfico, este punto es mucho más importante, sobre todo por la principal limitación que tenemos: El tiempo para contar nuestra historia. Ya los griegos recalcaban ese tema: El pathos y la tragedia como espina dorsal del relato. ¿Por qué? Pues porque contamos historias sobre personas, y la vida de todo ser humano ha tenido, tiene y tendrá, SIEMPRE, a la tragedia como compañero principal. Es una lástima pero es así, desde sus comienzos, desde el nacimiento de un bebé y su desprendimiento de su hábitat, SIEMPRE HAY ALGO QUE NOS ES ARREBATADO...

Como escritor has de ahondar en este punto y mostrarlo o aludir a ello (aunque sin regocijarte demasiado) en las primeras páginas de tu guión por medio del protagonista, bien como sujeto activo o como vehículo, pero ¿qué hacemos para manidestar ese evento trágico con el antagonista? Pues tenerlo presente e insertarlo, cuanto antes, como muy tarde antes de la mitad del segundo acto (depende de tu historia y del formato, tu instinto te dirá dónde, en qué medida y cómo introducirlo, lo importante no es dónde, sino cómo). ¿Cómo se aprende eso? No hay normas, lee, lee, LEE. Es la única forma de que tu subconsciente lo asimile.

Entonces, ¿qué tiene este punto que es diferente al de 'el espejo'?... Pues que hablamos de eventos concretos del pasado que han hecho mella en la vida del villano (nos volvemos algo más pragmáticos, ¿vale?). Cierto es que no nos podemos regocijar en un pasado traumático, pero hay que modelar esas figuras de arcilla con la tragedia siempre actuando de esqueleto, así que tenemos que labrar:

  1. Una imagen. Hemos de mostrar o dar a conocer brevemente un evento traumático del antagonista, mostrar algo específico con un recurso visual impactante, a ser posible. 
  2. Decisión. Ante este evento que cambiará la vida de ese personaje antagónico hemos de mostrar qué decisión toma. El mal ocurre, 'shit happens', y ahora ¿qué?
  3. Justificación. Hemos de justificar, y digo JUSTIFICAR todos los comportamientos y acciones del antagonista. Como he mencionado antes, el villano fue protagonista una vez en el pasado, un símbolo de bien y de virtud... ¿Pero cómo leches alguien podría llegar a convertirse en 'esto'? Hay que amarle tanto que debemos justificar por una vía racional (aunque apele a los sentimientos e instintos más básicos) todos sus comportamientos y motivaciones*.
*Como aclaración: No me refiero a manifestar todos y cada uno de los comportamientos y motivaciones del antagonista en papel, simplemente debemos sentarnos a escribir con todos esos deberes hechos, con ese estado de conciencia, y nuestro subconsciente lo irá manifestando mientras escribimos a través de pequeñas acciones, complementos y palabras que irán ornamentando la historia en bruto. Pero, obviamente, al final, hay que tener estos 3 puntos específicos bien claros y mostrarlos, aunque parezcan demasiado 'simplistas'. Posteriormente, estos irán adquiriendo mayor dimensión gracias a este punto de partida y a otros pequeños detalles que emanan de la imagen mental que tenemos de nuestro personaje.


Gollum, uno de esos personajes de la historia de la literatura, y posteriormente del cine, que pone, claramente, de manifiesto este punto (aunque en la película ya se le muestra como un hobbit 'con cara de enfermo' desde el principio, desde mucho antes de la aparición del anillo.) 


La compasión y temor son el 'release', lo que hace que un personaje respire, lo que el escritor ha de tener grabado en la frente: Que todo es excusable porque en esta vida no hay buenos o malos, solo gente que actúa de determinadas maneras, punto. 

El amor a tu antagonista es esencial, es como tener un novio por el que pintaríamos el mejor retrato, al que excusaríamos frente a nuestros padres, al que le perdonaríamos todo. De hecho, hemos de amar y pulir más a nuestro antagonista que al protagonista y crear esta sinergia entre ambos. Pero, ¿por qué tomo como referencia al antagonista? Pues, porque, como he sugerido al principio, si pules un gran protagonista y descuidas del antagonista, el conflicto (la esencia del drama) tiene muchas posibilidades de caer en picado; sin embargo, si creas un gran antagonista, aunque los protagonistas sean flojillos, siempre se mantendrá tu historia a flote, ya que el conflicto tendrá sentido para el receptor, además de que orgánicamente, el antagonista irá realizando 'transfusiones de personalidad' al resto de tus personajes y dotará de mayor dimensión a la premisa temática de tu historia.

Pongamos otro ejemplo:


Cersei Lanister de Juego de Tronos.

A pesar de que, al ser una serie épica, disponemos de todo el tiempo del mundo para las biografías, ya en las primeras escenas sabemos el trauma principal, o los 'motivos desencadenantes' de una de las villanas más crueles de la serie.

Nadie soporta a Cersei, las audiencias no aguantan esa sonrisa falsa, cordial y forzada. El personaje no tiene demasiado sentido del humor (aunque sí lanza sarcásticos epítetos a su hermano discapacitado); por si fuera poco, es una caprichosa engreída, además de pija de narices. Bien, aquí estamos ante otra característica a evitar con personajes principales o relevantes en la trama: Al público le gusta 'el rico poderoso o con estilo', no el 'pijo'. Entonces... ¿Por qué nos gusta Cersei?

Bien, en para empezar, su primer trauma de la infancia (narrado en el episodio uno, temporada uno), es que perdió a su madre en pleno parto de su hermano, Tyrion. Desde ese momento su padre siempre estuvo ausente y ella, junto a sus otros dos hermanos, fue educada por los sirvientes de palacio. Vemos mucha soledad, carencia de educación moral y contacto familiar en su niñez y ausencia de amor que sólo se pagaba con regalos (de ahí que sea ultra manipuladora y utilitarista). 

Esto provoca una decisión personal, una elección. Su reacción será: Odiar a su hermano Tyrion, el que mató a su madre y trajo la desgracia a la familia, 'el enano enfermo', 'la bestia' (como le llama ella). 

No contentos con esto, el origen de este personaje y su adolescencia es una pura tragedia inundada de sometimiento, abuso y muerte con una luz en el camino, una estrella fugaz: Su hermano James, el único apoyo que esta chica ha tenido en su vida, el único que la ha defendido e intercedido por ella... Así que, naturalmente, comienzará a entablar una relación amorosa con él. 

Todos estos hechos ya de por sí borran la palabra 'incesto' del mapa de su vida (y a los ojos del espectador) y, a medida que los capítulos van avanzando, convierten esa 'rareza' en 'amor verdadero' y el odio hacia su hermano Tyron y las ansias de venganza en algo 'enfermizo pero natural' que la pobre no puede controlar... Y es que ¿quién podría? Al fin de al cabo, su nacimiento fue la razón de la tragedia primera en la vida de la antagonista. Para mayor inri, ya de adolescente le obligaron a casarse con un degenerado anciano, con un rey fofo y nauseabundo. Era la única forma de mantener su linaje en línea de trono. Ella fue educada para tales fines... ¿Y no será por eso que ve normal el hecho de tratar de esta manera tan estricta a su propia hija y a Sansa? Bien, así le trataron a ella, así lo aprendió, y así se hizo fuerte ella. Las mujeres han de ser más fuertes que el rey sentado en el trono y mantener su sitio... etc. etc. etc.

Tan sólo he tomado el ejemplo basándome en la información de las primeras temporadas para evitar excederme demasiado. Así que concluiré con que todos estos traumas de su pasado pasado, y los que están por llegar, a mayor escalada, justificarán su último acto: El asesinato de su último hijo, del último descendiente de su linaje, y la destrucción de parte de la ciudad, de su reino. El castillo está en llamas, inocentes moribundos, y el pasado SIEMPRE justificará la ira de esta pobre mujer. 




Sólo por medio de dichas 'tretas' las historias del pasado casarán con las motivaciones externas e internas del personaje en el presente, porque todo tiene sentido así, se siente orgánico, 'it feels just right', lógico como la vida misma. El pathos nos hace ser como somos y hay que escuchar las historias pasadas de nuestros antagonistas y leer con atención sus prólogos. Somos nuestro prólogo 'What's past is prologue' (lo sé, Shakespeare nunca fue un brillante constructor de antagonistas, pero en esto tenía razón).


4. HUMOR, INDISPENSABLE...


Este punto es esencial. Cierto es que hay antagonistas que no van gastando bromas o diciendo incongruencias constantemente, pero el sentido del humor, en cualquier color o forma, siempre mejorará tus personajes. 

A todos nos gusta el sentido del humor, denota seguridad, presencia y, depende de cómo se ejecute, autenticidad, inteligencia y astucia. Y es que todo lo que arranca una sonrisa es bienvenido y el cerebro lo asocia con placer. Vamos a deleitar a nuestro público.




¿Por qué Donald Trump nos resulta simpático? ¿Qué tienen en común Francis Underwood y Dexter? O vayámonos a personajes más clásicos como Jimmy Doyle en New York New York, ¿qué es eso que nos engancha desde el primer momento? 

No pretendo hablar de antihéroes, de esos hay a puñados pues, gracias a Dios, los 70's han vuelto a florecer de un tiempo a esta parte; pero sí que hay que considerar un factor importante: La moralidad de nuestro público y su juicio. De esta forma, si no podemos o queremos evitar ciertos actos del villano que hieran las sensibilidades de nuestro público, debemos justificarlos con sarcasmo y humor (junto al pasado del personaje, una vez más), ¿Cuáles son estos actos que el público no perdona? Una es matar a animales en pantalla o a niños (peor aún es si la asesina es la madre); otra es el maltrato explícito a mujeres, a minusválidos y a ancianos. Si lo haces y rompes la regla, hazlo por medio de la carcajada por lo menos.

El humor cura todos los males, oculta momentos en que la sensibilidad puede ser herida. Casos como el de Jimmy Doyle (New York New York), Stanley Kowalsky (Un Tranvía Llamado Deseo), Pablo Escobar (Narcos, sí es un antihéroe pero hiere la sensibilidad de algunos más de una vez) incluso películas tipo 'El Anticristo'; son un claro ejemplo de cómo hacer que antagonistas cometan barbaridades 'prohibidas' y, a su vez, sean atractivos por medio del humor y el carisma, que estén completamente excusados por su comportamiento (o que, por lo menos, la audiencia haga oídos sordos y siga interesada).

Humor. Humor es la clave para que tu villano se salga con la suya y los ojos del espectador sigan en pantalla, en serio, ni siquiera Jason es capaz de matar a un niño, pero si le hubiesen hecho con sentido del humor, tal vez, otro gallo cantaría.

En resumen: Con humor todo se digiere mejor.

5. VALOR AÑADIDO Y RELACIÓN CON EL TEMA


Para empezar, ya asumo que habéis creado motivaciones simples, razonables, claras e inmediatas de vuestros antagonistas. Y ahora digo: De la misma forma que un protagonista tiene algo que perder en su pugna y una motivación, un villano tiene que tener algo que ganar. ¿Cuál es ese valor añadido? ¿Qué representa psicológicamente?... y ¿qué ocurre si no lo consigue? Esto no te lo cuentan en libros sobre narrativa, siempre suelen dar relevancia al protagonista, a los personajes reflejo y secundarios para recalcar el tema con subtramas, además de inculcarnos 'las motivaciónes' de 'los buenos'... Pero es que siempre se olvidan del otro gran protagonista: El villano.

Pregúntate una vez más: ¿Qué quiere? ¿Por qué? -Relacionado con la motivación interna y externa, pero pensando más desde el punto de vista de ese valor que trasciende lo aparente, eso que está ligado a la esencia del villano- Y ¿Qué pasa si no lo consigue? 

Estas respuestas han de tener chicha dramática además de ser potentes y específicas, si no los conflictos estarán en arenas movedizas. Parece fácil, pero a menudo pecamos de ser demasiado simples o demasiado abstractos, por este motivo hay miles de películas y series que no nos satisfacen, porque algo desequilibrado en todo el plot y no sabemos qué es, pero pensamos: 'Pues habría podido vivir sin ver esto', '¿por qué me están contando esta historia? Se podría haber resuelto antes'. Bien, da igual el género, en unos está más claro que en otros, pero el valor añadido ha de ser POTENTE.

Además, hay que delimitar cuál es la trayectoria que el villano ha de seguir para conseguirlo y cómo se relaciona (o se puede relacionar si no lo está todavía) con el tema, pues, al igual que el protagonista, el villano emprende un viaje (aunque no le demos tantos minutos de pantalla). En este viaje, el antagonista aprende algo y, a su vez, se manifiesta también el tema de toda la película.

Para finalizar, he querido seleccionar una escena de Jessica Jones en la que se muestran todas y cada una de las claves enumeradas y explicadas de un plumazo. Por desgracia, el vídeo está dividido en dos y no dispongo de la secuencia entera, así que lo uno por lo otro, supongo.




Muchas gracias por seguir mis posts. 

Si compartís estaré eternamente agradecida.



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