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LAS 13 REGLAS DE ORO PARA REALIZAR UN DOCUMENTAL (POR MICHAEL MOORE)

Muchos le aborrecen, otros hasta le odian y, frente a ellos, miles de individuos admiran a esta personalidad del género reality-documental. 


Nos referimos a Michael Moore, un hombre que ha sudado sangre y ha sido apresado por la policía unas cuantas veces, con tal de conseguir el documental perfecto, el documental más cercano al suceso acontecido (aunque todo es relativo, por supuesto).

Nadie mejor que este maestro del cine documental para dar 13 claves, 13 mandamientos a seguir para liberar la mente y perseguir ese objeto de todo contador de historias: enganchar a las audiencias y hacer que se sientan 'comprometidas' con el tema en cuestión.



1. La norma principal de 'El Club de la Lucha' es: 'No se habla del Club de la Lucha'. 

Esto es lo primero que se te tiene que meter en la cabeza: no estás haciendo un documental, y no hables de ello, ni imagines, simplemente ponte en acción y emprende el proceso. No se habla del Club de la Lucha. No hay documentalistas, ese término no existe en el diccionario. El que hace un documental, ante todo, está haciendo una película, contando una historia captando hechos reales. Nunca vayas con la mentalidad de hacer un documental. Somos cineastas digitales, estamos mostrando una historia en imágenes durante hora y media- dos horas. Nada más.  

2. No me hables de 'mierdas que ya sé'. No me cuentes lo que sé. 

Hay mucha gente a la que no le gusta pensar, otros con muy poco cerebro, pero también hay otro 50% a los que sí les va a interesar y tienen lo que hay que tener. Este otro 50% de la población se documenta ya, o lee artículos sobre el tema de vez en cuando. No les subestimes. Puedes introducir información que se sabe ya en ciertas afirmaciones siempre que sea un mero complemento, no expliques lo que una persona suficientemente culta sabe ya.

3. El documental moderno ha mutado en una 'clase', una 'lección académica', un 'estándar narrativo'.

No narres como te han enseñado en tu escuela de cine, o como lo hacen los académicos de otras disciplinas, no hagas lo que hace todo el mundo en el laboratorio, que prueban cosas que ya alguien probó y funcionan. Provoca situaciones nuevas y explora otras formas de expresión.

4. La mayoría de los documentales parecen 'medicinas de demagogia popular barata' y apelan a lo mismo.

No hagas documentales para que la gente se sienta aliviada, ni lo contrario, asustar a la gente y luego dar tu respuesta y tu punto de vista. No des lecciones sobre un polo u otro, sobre tus ideas. Simplemente cuenta tu historia, expón el problema y cuenta historias, pues los que se están gastando dinero en ver tu metraje no quieren que les comas la cabeza o les des una lección. Quieren poder tener sexo probablemente después de ver tu documental (Michael Moore es claramente un cachondo mental).

5. Diversión ante todo.

Esto es, en primer lugar, un producto para entretener a los espectadores y moverles a hacer algo más. La diversión es necesaria, es un arma para aliviar el dolor del tema tratado por tu película y una de las pocas herramientas a utilizar para que la información que muestras se grabe en las memorias y corazones del espectador.
El humor es esencial, de otra forma tendrás lo que tienen el resto de documentalistas pretenciosos: dos horas de información con arraigados puntos de vista, estructura predecible y, sobre todo, aburrimiento y ausencia de acción.

6. Hay que encontrar y atacar a los verdaderos villanos. Sé específico. 

Ataca a lo peor que haya. Atrévete a contactar con compañías específicas y organizaciones, menciónalas en tu documental y, si consigues entrevistas con ellos, sé honesto, no te cortes con las preguntas. Averigua la verdad sobre qué es eso que hacen.

7. Haz tus películas siempre con tu toque personal. 

Al final, tus películas tienen que ser una prolongación tuya, un reflejo. Tómate tu proyecto como algo personal y pon siempre tu firma, eso te va a distinguir y hará que la gente se enamore de la esencia de tu documental, que es la tuya misma.

8. Apunta tus cámaras a las cámaras más que al supuesto sujeto o al 'objetivo del día'. 

Es muy importante entrevistar a individuos, y seguir los puntos trazados, aunque esto no es una ciencia exacta y, normalmente, lo más interesante ocurre fuera del campo de visión de la cámara principal. El auténtico asunto se palpa en la forma en que tratan a tu operador de cámara, entre bastidores, cuando se aseguran de que la cámara no está grabando. Recuerda, eso también es historia. Toda historia es conflicto, sin conflicto no hay historia.

9. La televisión y la literatura pilotan el género de 'no-ficción'... Pero ¿por qué los documentales no?

La gente ve Gran Hermano, cualquier reality show de cocina, canto, etc. ¿Por qué? La respuesta es que quieren divertirse y obtener una dosis de información y realidad al mismo tiempo.
No nos metemos a juzgar ese tipo de contenidos, pues la mayoría dejan mucho que desear, mas hay que tener en cuenta que la verdad es que esos medios saben cómo atraer a las masas. Simplemente tenemos que concienciarnos, observar y aprender más sobre los procedimientos que utilizan.
La gente dice: me voy a leer este libro, voy a ver tal programa, pero no me lleves a ver el documental, por favor... Simplemente, aunque el contenido y la idea es interesante, el producto es aburrido, perfecto para la siesta vamos.

10. Cuanto más puedas, graba a todo el que esté en desacuerdo contigo, y cuanto más extremo sea todo, mejor. 

No tengas pelos en la lengua, no te cortes, no tengas miedo. Trata de ser el abogado del diablo en todo momento, porque en toda verdad hay contradicción y las contradicciones son la mejor forma de explorar temas, además de buscar conflicto. Necesitamos conflicto.

11. Plantéate si lo que estás grabando te está cabreando profundamente, si lo que ves te está indignando... En caso de ser así, estás en buen camino.

No necesita mucha explicación, pero hay que fiarse del instinto propio. Hay que ver si realmente tu película va a crear una opinión o una sensación de indignación y llama a la acción. Ese es el propósito de un buen documental: Enfadar a la gente y meter el dedo en la llaga, aunque siempre apelando soluciones y posibilidades. No te tienes que ver como un 'descubridor' o un 'guía con información privilegiada', te tienes que ver a ti mismo como un portavoz más: hablando por la audiencia y aguantando con todos ellos al pie del cañón.

12. No es nueva: Menos es más.

Corta, corta, recorta y edita. Corta mucho, cuanto más breve, mejor.

13. Finalmente, aunque el orden de los factores no altera el producto: El sonido es mucho más importante que la imagen.

Para empezar, sin una muy buena banda de sonido, el espectador se va a sentir incómodo. Da igual si la foto está mal, si no hay luz, si hay grano, si el cámara corre. Lo que importa es que la gente pueda seguir tu historia. Así, el sonido es la clave, y es difícil de conseguir debido a la incertidumbre de tu proyecto y el día a día en exteriores, pero no desistas. Contrata a un buen profesional para tomarlo bien en la localización.

En segundo lugar, si escatimas en grabación de sonido y mix, probablemente tu proyecto de laborioso trabajo no encontrará distribución de calidad, y eso es algo que tampoco te interesa. Elaborar documentales se traduce en años de trabajo, favores, lucha y esfuerzo, con lo cual, querrás recuperar esa inversión en la medida de lo posible.

Estos son los consejos de Michael Moore con retoques y matices propios. Esperamos que haya sido de utilidad. Ahora: ¡A rodar!


 
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