CINEASTA DIGITAL: Blake Snyder | Cineasta Digital

CINCO VERDADES DEL GUIONISTA (Parte 3)

Algunos meses han pasado desde los artículos Las 5 Verdades del guionista (Partes 1 y 2), y por fin ¡aquí os traigo la tercera entrega! Espero que os guste y, en fin, no os lo toméis muy enserio (sólo un poco). 

Con mis letras no pretendo hablar de técnicas en sí, son simplemente apreciaciones que he ido acumulando a lo largo de mi trayectoria profesional que quiero compartir. TODO SIEMPRE ES CONSTRUCTIVO.

Benditos libros, ¿para qué os quiero? (Los tengo todos)

1. LOS PARADIGMAS AYUDAN, PERO HAY MUCHAS FORMAS DE HACER TORTILLA.


No te obsesiones con los modelos de guión. Los patrones universales, paradigmas, mitos y tramas por género son útiles, pero siempre han de aplicarse desde el subconsciente (de hecho, a veces querríamos tirarlos por la ventana directamente a la hora de reescribir). Síguelos si quieres, pero no como si fuesen el 'padre nuestro', ya que eso, a la larga, puede que empobrezca tu historia. Simplemente meterás demasiados elementos innecesarios o fuera de lugar y acabarás con una simple copia.

Muchos guionistas están obsesionados con esto, además de seguir fervientemente las aclamadas beat sheets y elementos generales que 'deben estar presentes en toda historia'. Ejemplo: ¿Tengo el detonante en la página 10?, ¿tengo personaje reflejo?, ¿tengo las pinzas en las páginas adecuadas? Espera, ¿Cuál es mi Mid Point? Descenso a los Infiernos, momento oscuro... ¿Pasa el primer umbral en la página 20? ¡Es una comedia! ¡Tiene que ser antes de la 20! ¡Mierda! Mil gracias a docentes, agentes, departamentos de marketing, y por supuesto, a todos esos países que directamente copian las fórmulas americanas con otros nombres e idiomas. ¡Estamos dañando la capacidad creativa mundial! Con esa empanada mental, cualquiera se relaja para crear algo con mente y corazón.


"ATRAPA AL GATO, AL RATÓN, AL PERRO, Y OTROS LIBROS SOBRE LA PROFESIÓN PARA DUMMIES SOBRE EL ARTE Y LAS TÉCNICAS DEL GUIÓN CINEMATOGRÁFICO: 

LÉELOS, ESTÚDIALOS, Y OLVÍDALOS"


Lo cierto es que hay miles de millones de guiones mandados a agencias, productoras y majors, que, a pesar de cumplir todos estos parámetros y que técnicamente son 'de diez', ninguno destaca del resto realmente. Todo, por desgracia, está cortado por el mismo patrón, la clave: Esas contadas excepciones que parecen seguir el patrón pero que no lo hacen, que aportan algo más además de tener personajes interesantes y un concepto peculiar.

2. LA VOZ DE UN GUIÓN NO SE PUEDE ENSEÑAR, COPIAR O EMULAR DE FORMA GENUINA.


Has de trabajar tus facultades de redacción, leer y escribir mucho para realizar proyectos, pero lo más importante es la voz.
La voz es una cosa que o se tiene o no se tiene. Si no se tiene, puede ser por los siguientes motivos:

1: Que el que tenía esa voz en la escritura la haya perdido (depresión, falta de disciplina, práctica o interés, etc.).

2: Que el que tenía voz esté buscando otra para cambiar un poco su estilo, renovarse (en definitiva), o poder mostrar otros registros que funcionen mejor con la historia o con su persona o punto de vista actual (todos nos perdemos alguna vez o simplemente cambiamos).

3: Que simplemente el sujeto nunca haya tenido una voz característica de suficiente potencia que se distinga del resto.



Ahora es cuando nos asustamos de sopetón: Lo que escribo es una basura, soy uno de ESOS. Permíteme que lo dude. No te preocupes, que al escribir, la voz se calienta también. Otras veces no sale y punto, depende del momento. Hay días de estreñimiento e inapetencia, lo sabemos, a veces hasta meses.

Los que no tienen voz no es que sean momias, o gente vacía, simplemente poseen otro tipo de personalidad que carece de ese tipo de gancho a la hora de crear. Lo mismo ocurre en el mundo de la música, hay grandes intérpretes aunque, normalmente, los mejores no pueden componer o componen piezas técnicamente correctas del montón, sin demasiado sello o voz propias. Sin embargo, luego tienen realmente dotes y un sello a la hora de interpretar trabajos de otros. Lo que quiero decir es que este tema es más complicado de lo que parece y podríamos escribir un libro sobre ello, así que: Conoce tus mejores talentos.

Para narrar ficción hay que tener una voz, hay q forjar personajes, no simplemente 'sentirse identificado'. No todo el mundo vale para esto. Hay que inventar personas con formas de hablar y narrar, tanto en acción como en diálogos. Tiene que ser algo fresco, auténtico, interesante, algo que sea tan honesto que llegue a ser universal, que al lector le guste leerlo aunque la historia en sí sea hasta pobre. Los lectores voraces probablemente escriban con vocabularios inigualables, pero normalmente, al consumir a tal escala, no han ejercitado su propia voz porque admiran las de otros demasiado. Nada positivo o negativo, es simplemente diferente. Einstein solía decir que leer demasiado era procrastinación, que leer demasiado no ejercitaba el intelecto como debía ser ejercitado. La lectura es sumamente necesaria, pero leer mucho y tener un vocabulario floreado y hermoso con una gramática inigualable y conocimiento de temas, géneros o ciertas técnicas, no quiere te convierte escritor. El consumo es el consumo, la creación es la creación. Ahora bien, estos siempre son editores inigualables, ese es su talento, no perdonan una coma, corrigen los errores formales del creador y enriquecen su obra. Algo infinitamente necesario. TODOS SOMOS INDISPENSABLES Y TENEMOS ALGO.


La voz no se enseña, se tiene o no se tiene y de ahí se ejercita y perfecciona (por mucho que digan en clases de guión). Mucha gente del mundo docente tiene ese problema, precisamente; hay otros que emulan la voz de series que han funcionado y de películas como 'El Precio del Poder', 'Pulp Fiction', 'Deadpool' (créeme, ya empieza a estar de moda predominante en escuelas de cine)... Se pueden tener influencias, sí, pero no hay nada más ruin que calcar la voz de alguien (a excepción del género satírico aplicado a lo que se pretende 'emular', claro, pero siempre con tu propia voz o tu punto de vista al respecto).

¿Qué has de hacer para escribir guiones con 'voz'? Pues no admirar tantas otras voces religiosamente y utilizar la tuya, además de juntarte con gente que no acalle tu voz, que inspire tu voz. Así mismo, para que esto sea posible, que otros inspiren tu voz y ayuden a que esta florezca y adquiera más colores, esas personas han de tener una potente voz también.

Sin voces no hay coros. Si tu grupo carece de esta, cambia de tercio, busca a gente con mucho que contar, con puntos de vista sólidos, interesantes y atractivos, con expresiones creativas y peculiares; y, por supuesto, con los conocimientos necesarios para plasmar esa voz en papel.

3. EL GUIÓN ES UN 'BOCETO BASE' A SEGUIR.


Ya lo hemos explicado, en otros posts. Se va a cambiar en la sala de montaje, o los actores van a poner otro artículo delante o van a usar un sinónimo, en el fondo da lo mismo. El director cogerá el guión y lo hará suyo, para eso está, lo sabías desde el principio. Tú te lo guisas, tú te lo comes.

Muchos escritores de guión quieren dirigir y critican todo lo que no es ese guión sagrado que han escrito. Lo cierto es que a veces un escritor puede llegar a ser un gran director, a veces funciona, pero normalmente no es así. Depende de la persona y sus facultades. Los 'escritores' que son grandes directores, normalmente son primero directores y después escritores. Los mitos no existen. Woody Allen, Tarantino... Cualquier aclamado 'writer-director' es un tío de desarrollo, no es escritor de profesión, por eso tienen (secretamente como pequeña inversión) una empresa propia con cinco o diez escritores asalariados... Además de ser representados por agentes que buscan escritores 'pay per play' para la reescritura de borradores. Créeme, esto es una realidad, da igual quién sea, si le conoces, es porque NO ESTÁ SÓLO EN EL AJO.

Volviendo al tema, siempre me hace gracia cuando escucho a guionistas frustrados que critican a los realizadores de sus películas, o de las series que han ayudado a desarrollar.

Dicen: 'Me han quitado esta trama secundaria', 'han cortado esta secuencia que era clave en la manifestación del tema', 'han cortado tres de mis escenas de acción y el rapto del niño', '¡mi monólogo climático! ¿Dónde está?' (...). ¡El condenado monólogo que hacía de esta ****da una obra de arte!

Bien, a veces se toman decisiones erróneas o censuran de acuerdo a tipos de público objetivo, pero, en general este no es el caso cuando los guionistas se quejan. Probablemente si lo han hecho así es porque había una causa de peso detrás y, probablemente, vieron en la sala de edición que la cosa no funcionaba, que no iba con el ritmo o con el contexto del momento. Las decisiones no las toma una persona únicamente, y siempre hay motivos lógicos tras estos cambios. El escritor de guión ha de saber tomar esos cambios, asimilarlos, admirarlos (o no) y quedarse en su lugar, que para eso le pagan.

El cine y la televisión son medios narrativos en constante mutación, así que, dependiendo de qué actores formen parte del proyecto, las estéticas elegidas, el feel en plató, las oportunidades que aparecen de pronto en juego de forma orgánica (llámalo X); todo puede cambiar en un segundo. Hay simplemente muchos elementos con los que hay que saber jugar, cierto es que debemos pensar constantemente en el plan, pero también todo va en función de la efectividad en la ejecución. ¿A dónde quiero llegar con todo esto? A la defensa de mi argumento: Un escritor se aterroriza normalmente con estas ideas de incertidumbre en una praxis de este tipo, llena de gente a la que coordinar, accidentes, variables y dinero en juego en la que CUALQUIER COSA PUEDE PASAR, con lo cual, normalmente, los escritores no suelen ser buenos directores. Dos motivos: el arte de dirigir se entrena y estudia full-time y hay que saber de todo; por otra parte, el escritor normalmente tiene demasiadas barreras frente a sus ojos que no le dejan destruir todo de nuevo, no va a destrozar su creatura, y jugar un poco con las vidas de sus personajes o con las acciones, o le va a costar si es que sabe o puede hacerlo 'en directo'.

La mayoría de los momentos mágicos que han pasado a la posteridad en la historia del cine fueron causa de accidentes de técnicos y actores, además de sorteos de problemas en rodajes. Otros, simplemente ocurrieron a raíz de improvisaciones en ensayos, esas pequeñas gemas hay que saber reconocerlas y utilizarlas cuando es debido. Podemos enumerar miles de ejemplos, El gato de Vitto Corleone, las secuencias terroríficas de Alex cantando 'Singing in the Rain', Travis y su 'Are you talking to me?' son tan sólo una ínfima parte del conglomerado de momentos mágicos robados de brillantes ejercicios y de relaciones director-actor.

A veces los cambios tienen que ocurrir simplemente porque hay una donación de un escenario o un contacto que puede aportar algo a la producción que aumente su caché y su valor (por ejemplo, 'alguien tiene un yate gigantesco' o 'el poder de cerrar una parte del aeropuerto gratis para la producción'). Hay que saber ver cada oportunidad fuera del guión, hay que tener en mente el producto final.

Vamos a omitir qué tipo de relaciones

Por último: La figura del editor. Esos pobres individuos que únicamente hacen el puzzle. ¿Únicamente? Arman la película, le dan oxígeno, hacen que el corazón lata. ¡Milagro! Cierto es que siguen el guión, ese es el plan inicial, pero hay tantas veces que simplemente una persecución es demasiado larga, o un personaje demasiado obvio, o una reacción no cuadra, o no se entiende algo tal y como está rodado, o el diálogo o el monólogo se debería acortar... Los editores son los magos del oficio narrativo de ficción. Son aquellos que han de ser escuchados siempre, por el director y por los productores. El escritor, tal vez, debería confiar en ellos también y dejar de criticar lo que han hecho otros con su trabajo.

El editor dota de vida a vuestros guiones y, al igual que limpia la imagen del actor, limpia la vuestra también.

4. MENTOR: SI / CLASES DE GUIÓN 'SACACUARTOS' DE GURÚS: NO.


Déjate ya de clases e historias que te cuenten. Actúa. Busca a un mentor personal que te ayude con parte de tu entrenamiento o ten un socio con el que organizar tu trabajo y con quien puedas escribir.

Hemos mencionado en otros puntos la figura del mentor, lo cual es diferente a una clase, libritos y otras actividades. Y diréis: ¿Por qué ataca el autor tan cruelmente al modelo académico? O a aquellos a los que llaman 'doctores de guión' (no critico a todos, pero a esos que dan clases constantemente porque no tienen nada mejor que hacer y se hacen llamar 'doctores' me irritan en suma manera).

La vida duele tanto que no puedo bajarme del estrado

No tengo nada personal contra profesores, simplemente esta idea surca los mares de neuronas en mi cerebro (si es que quedan muchas): ¿Por qué no elegir a un 'profesor-doctor' como mentor? 

Por muchos motivos, pero para no ofender a nadie este es el principal: Un mentor-escritor estará acostumbrado a escribir constantemente material original suyo, tanto novela como guión, y sabrá que todo es bastante más relativo de lo que se estipula y se enseña, que cada historia aclama un estilo, unas normas u otras. Un verdadero mentor sabe qué hacer para que así el guión pueda respirar. Eso te lo da la profesión, el ver qué factores hacen que ciertos proyectos tornen a mejor o a peor, a más adecuado o menos.

Esta descripción de cualidades, raramente, encaja con la de los profesores, ya que su disciplina está más basada en la clasificación, en el orden y la simplificación de elementos a explicar. La ortodoxia suele ser enemiga del creador. Ha de ser conocido pero luego asumido, filtrado y destruido. Los académicos tienen este pragmatismo como norma básica y método a seguir, de hecho supravaloran la teoría y la ponen por delante de todo.

No me malinterpretéis, los profesores son necesarios aunque, particularmente, en ciertas profesiones, llega un momento no muy lejano en que dejan de serlo, pues, para empezar, normalmente (hay excepciones), no trabajan en el medio. El problema es que no es tan fácil de identificar y distinguir cuándo hemos tenido suficiente, cuándo empiezan a ser dañinos. Cientos de personas pasan toda su vida yendo a clases de escritura, van y vuelven... Cuando los profesores sólo explican lo mismo, cuando simplemente innovan en la forma en que lo cuentan, en pequeños detalles, pero la forma es la misma y has de ceñirte al paradigma. (Créeme, pasé años de mi vida gastándome dinero en talleres y clases de escritura y guión de todo tipo, y de verdad que son sacacuartos, nadie te va a enseñar nada que no sepas o no dependa de ti, no hay fórmulas ni pócimas).

En definitiva: No te obsesiones con buscar mentores, guías o inspiración en clases, no te obsesiones con teorías. Puedes ir a clases para establecerte un calendario mental en momentos de bloqueo, para ver cómo reacciona la gente ante tu material, o para hacer contactos (*), eso es todo.

Los profesores (**), aunque los haya que sean realmente maravillosos y elocuentes, al final tan sólo reportan lo que ocurre o cómo es lo que ya existe, no lo que no existe. Los escritores trabajan con lo que no existe. ¿Quieres más razones?

¡Qué más necesitas!

*He de decir en respecto que a mi nunca me ha servido para conocer a nadie que pudiese llegar a ser un compañero creativo pues, los perfiles que me he solido encontrar han sido: gente sin experiencia alguna como guionista, gente que quiere ser guionista y no trabaja en el medio, o jubilados con mucho tiempo libre que se apuntan a todo. Alguna vez he conocido a alguien como yo, y ha dejado de ir a las clases el segundo día.

**No ataco a profesores, ojo, la vida es dura y, a veces, el camino va en esa dirección porque da disciplina, porque no hay nada más y hay que comer, o por cualquier otro motivo. Las clases dan dinero y son lo que son, díselo a J.R.R Tolkien o a R.R Martin. Pero he conocido a innumerables personas que se han llevado más negatividad de estas clases o talleres que otra cosa, pues los hay que enseñan y disfrutan y quieren ver gente triunfando y superándose, pero la mayoría de ellos transmiten negatividad y suelen estar frustrados (no les culpo, ser guionista es frustrante, pero lo es mucho más si no has llegado a hacer nada). Puedes ir de vez en cuando, pero si es alguien a quien conoces y sabes que saca lo mejor de ti.

Trata y toma las críticas de gente que trabaje en el negocio y sepan igual o más que tú, que vean cosas que no has visto mientras estabas escribiendo.

5. ¿EGO? ¿QUÉ ES ESO? ESA COSA QUE HAY QUE SABER CUÁNDO ENCERRAR EN EL ARMARIO Y CUÁNDO NO.


Ego es lo que hay que tener en la concepción de la idea presente, siempre de una forma prudente, claro está. Después hay que perderlo y, al final del proceso, en los penúltimos borradores, en cierta, forma hay que retomarlo de nuevo. Las historias tienen vida y personalidad porque están impregnadas de parte de la obsesión y 'cabezonería' del que apareció con la idea inicial, o del dúo que la creó.

El ego, por mucho que te enseñen, que te digan que hay que destruirlo, por mucho que promulgue el budismo (que tanto está de moda ahora en el mundo del artistéo) que hay que enterrarlo, es necesario e indispensable en nuestras vidas. El ego, en pequeñas dosis, ha de existir y tiene su función, sólo hay que saber cuando meterlo en el armario.

Bueno, sí que tenemos genio, y mucho

Son muchos los escritores que se dejan influenciar por grupos o comunidades de escritura, brainstorming, etc.; y que realmente no suelen escribir nunca algo 'con garra'. Se fían demasiado de lo que les dicen y supravaloran las ideas de la gente que les rodea.

En esas comunidades te dicen: 'deshazte de tu ego, no lo quieres, te hace daño, daña tu obra, el ego es tu orgullo, es sólo algo que te has labrado tú, una máscara que te obstaculiza al caminar en este viaje, que ata tu creatividad'. Pues sí, tienen razón, el ego crece orgánicamente en nosotros mismos y emana de nuestras experiencias. Es la esencia de nuestro temperamento y las mutaciones de nuestro carácter durante años, con todo lo bueno y todo lo malo... Por eso es dañino para el trabajo en equipo en ocasiones, porque incluye también todo lo malo que implica el amor propio y eso es perjudicial para el trabajo en equipo.

Estos consejos para 'el escritor ideal' han sido creados y van por modas. Ahora quieren que seas un niño de nuevo para crear, y eso se enseña a gente que no es muy 'creativa' para que lo llegue a ser. En mi opinión, este método de comida de coco no funciona. Los niños no tienen ego ni vergüenza cuando juegan, cierto, y puede que tengan ideas más a menudo que los adultos, pero estas también son menos interesantes en muchos aspectos. Las ideas de los infantes suelen ser planas, además de que estos se mantienen flemáticos a la hora de defender una idea constantemente o de dar razones. Realmente, les importa poco, a no ser que hablemos de algo que realmente les toque la fibra (pero suele ser poco frecuente, los niños son como las olas del mar, su pensamiento viene y va). En fin, las 'pseudotécnicas' del escritor de finales del siglo XX y principios del XXI son una moda y tienden a apuntar al budismo y al hinduismo... Por lo visto ahora nos enseñan a respirar... NO COMENTS!

Todo es un negocio, supongo...

Como escritor, hay que ser racional y hacer balanza con nuestros entes personales. El concepto del 'ego' es complejo y hay que saber identificar las vertientes de nuestro ego y cuáles son positivas para la productividad en el proceso creativo. Hay que saber cuando acallar nuestro ego al crear personajes, para no juzgarlos y dejarlos volar; cuando, a la vez, hay que tener vista para deducir quién es de fiar y quién no, quiénes son compañeros competentes y por qué.

Otro punto que quería resaltar es el siguiente: Por favor, guarda tus ideas y, hasta que no tengan una forma 'pasable', hasta que la gente no las pueda visualizar con cierto detalle, no las compartas (por mucho que digan). El motivo: Es muy fácil destrozar ideas. Aquellos que dan lecciones de actitud, que claman que han destruido su ego y que son tan felices creando y que necesitan escuchar tu storyline, todo lo que desean es soltar a ese 'inexistente ego' de la correa y hacer que se interponga entre tú mismo y tu idea. Así mismo, destruirán tu historia, la torturarán y luego dirán que eres un intolerante, que no aceptas las críticas de otros por culpa de tu ego. Sus 'inexistentes egos' quieren devorar tu idea, que irónica es la vida ¿verdad?


En el fondo, nadie quiere que triunfes (a excepción de ALGUNOS miembros de la familia o de mejores MEJORES amigos); o se muestran indiferentes. De vez en cuando hay algún ángel que aparece en tu camino para sacar lo mejor de ti mismo, pero las probabilidades son ínfimas.

Puedes contar tu historia cuando ya esté el primer borrador, o parte de este y tu detallada escaleta con todo listo... Antes no la expongas porque se está gestando y, además, la gente no te suele dar una segunda oportunidad si no les ha gustado lo que han escuchado de primeras.

EGO. A pesar de todo, ese ego personal ha de encontrar su silencio en ocasiones, sobre todo al finalizar el guión, pues en este mundo de la ficción se evalúa lo que funciona en imagen y se valora por la ejecución de la idea ya desarrollada en papel. Por consiguiente, hay que saber cuando retirarse y dejar al siguiente que utilice tu guión, tanto en set como en la sala de postproducción. Si no te mantienes en esa posición como escritor, o no sabes manejarla, no te volverán a comprar un guión porque trabajar contigo es una pesadilla, y punto.

En resumen: El ego ha de existir, pero hay que saber cuándo dejarle salir del armario y cuando no.

 
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